Tacones, una moda peligrosa para la salud.
Muchas mujeres están dispuestas a soportar dolor para lucir sus tacones favoritos, pero los expertos alertan de que su uso prolongado también provoca lesiones como juanetes, tendiste, o artrosis de rodilla.
El 48% de las mujeres admiten que están dispuestas a soportar dolor por tal de lucir sus tacones favoritos. En España el 10% de las féminas aceptarían un dolor equivalente al de una migraña para no renunciar al glamour de los tacones.
Sin embargo, el dolor no es el único problema a la hora de subirse a unos tacones de vértigo. Y es que los miembros del colegio de fisioterapeutas, alertan de que llevar tacones puede predisponer a sufrir lesiones de tobillos, como esquinces o fracturas, y provocar tendiditis, juanetes, dedos en martillo, artritis en la rodilla...
Las mujeres padecen hasta 4 veces mas problemas en sus pies que los hombres, y los especialistas lo atribuyen a los tacones. Pero no solo los pies atribuyen dolor también las rodillas y espalda resultan afectadas. Entre las principales lesiones que se pueden sufrir por el uso de los tacones destacan:
-Juanetes: cuanto mas estrecho sea el zapato y mas alto el tacón, mas posibilidades de desarrollar juanetes.
-Dedos en martillo: se trata de una deformidad que hace que los dedos del pie se encorven hacia arriba.
-Esquince de tobillo: caminar con tacones altos disminuye la capacidad de rotación del tobillo y su flexibilidad.
-Neuroma de morton: afecta a los dedos y provoca dolor, hormigueo y ardor, que empeoran al caminar. Se debe al exceso de presión sobre la puta del pie.
-Inflamación del tendón de aquiles: el uso continuado de tacones obliga a adoptar una postura que aumenta la tensión del tendón de aquiles acorta los músculos de los gemelos, de forma que utilizar después un calzado plano puede causar dolor, e incluso se puede producir un desgarro o rotura del tendón.
-Artrosis de rodilla: esta patología es dos veces mas frecuente en las mujeres, y el exceso del peso, que sobrecarga la articulación, es uno de sus factores de riesgo, por ello no es de extrañar que los tacones altos, que provocan un aumento de la presión sobre las superficies articulares de la rodilla, y facilitan el desgaste de los cartílagos, se hayan asociado en numerosos estudios con la aparición de artrosis de rodilla.
Sin embargo, el dolor no es el único problema a la hora de subirse a unos tacones de vértigo. Y es que los miembros del colegio de fisioterapeutas, alertan de que llevar tacones puede predisponer a sufrir lesiones de tobillos, como esquinces o fracturas, y provocar tendiditis, juanetes, dedos en martillo, artritis en la rodilla...
Las mujeres padecen hasta 4 veces mas problemas en sus pies que los hombres, y los especialistas lo atribuyen a los tacones. Pero no solo los pies atribuyen dolor también las rodillas y espalda resultan afectadas. Entre las principales lesiones que se pueden sufrir por el uso de los tacones destacan:
-Juanetes: cuanto mas estrecho sea el zapato y mas alto el tacón, mas posibilidades de desarrollar juanetes.
-Dedos en martillo: se trata de una deformidad que hace que los dedos del pie se encorven hacia arriba.
-Esquince de tobillo: caminar con tacones altos disminuye la capacidad de rotación del tobillo y su flexibilidad.
-Neuroma de morton: afecta a los dedos y provoca dolor, hormigueo y ardor, que empeoran al caminar. Se debe al exceso de presión sobre la puta del pie.
-Inflamación del tendón de aquiles: el uso continuado de tacones obliga a adoptar una postura que aumenta la tensión del tendón de aquiles acorta los músculos de los gemelos, de forma que utilizar después un calzado plano puede causar dolor, e incluso se puede producir un desgarro o rotura del tendón.
-Artrosis de rodilla: esta patología es dos veces mas frecuente en las mujeres, y el exceso del peso, que sobrecarga la articulación, es uno de sus factores de riesgo, por ello no es de extrañar que los tacones altos, que provocan un aumento de la presión sobre las superficies articulares de la rodilla, y facilitan el desgaste de los cartílagos, se hayan asociado en numerosos estudios con la aparición de artrosis de rodilla.
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