Las mentiras mas comunes de las mujeres
“El lunes comienzo la dieta”
¿Cuántas veces lo habremos dicho? Ya perdimos la cuenta!!! ¿Por qué no empezarla hoy mismo, y comprometernos con una rutina de hábitos saludables? Nos sentiremos muchos mejor físicamente y con nosotras mismas.
“En cinco minutos estoy lista”
Esta frase ya no tiene ningún tipo de impacto en nuestra pareja, hemos perdido toda credibilidad, ¡y sin embargo la seguimos diciendo cada vez que vamos a salir! Él ahora espera hasta último momento para prepararse y, así y todo, siempre tiene que esperarnos. Y cuando finalmente parece que estamos listas, y lo anunciamos.
“Está en mi genética ser así de delgada”
Llega una edad en que la genética ya no alcanza y todas necesitamos cuidarnos para estar en forma. Así que mantén tus sospechas cuando una mujer de 30 te dice que es sólo cuestión de genética. Si bien es cierto que algunas personas no engordan tan fácilmente como otras y que pueden ingerir más calorías, si has comido junk food durante toda tu vida y no has hecho ejercicio jamás, ¡es casi imposible llegar a la tercera década sin que los resultados salten a la vista
“No, quédate tranquilo que yo tampoco quiero compromiso”
Estamos muertas de amor por él y llega ese día en el que nos aclara que no desea tener ningún tipo de compromiso. Y nosotras, en el fondo, estamos convencidas de que si seguimos saliendo un poco más conquistaremos su corazón y caerá rendido a nuestros pies. Así que intentamos adoptar una pose y le decimos: “No te preocupes, yo tampoco estoy buscando un compromiso en este momento…”.
“Se me marcó tu teléfono sin querer”, “Le quería mandar un mensajito a una amiga y me equivoqué”
Tristísimo… Pero real. Los moviles nos permiten ver si está online, cuándo fue la última vez que se conectó, dónde se encuentra, etcétera, y esto puede despertar ese costado stalker que todas tenemos. Sabemos que estamos a un sólo mensajito para comunicarnos con él y es tan fácil caer en la tentación de y mandarle un Whatsapp a él, cuando en realidad era para una amiga. ¡Ni hablar de las veces que se nos disparó una llamada ! Requiere de coraje, pero lo más sano que podemos hacer es mandarle un mensaje o llamarlo y preguntarle si tiene ganas de ir al cine o de salir a beber una copa. ¡A ellos también les gusta ser cortejados!
“¡No sabía que también jugabas al tenis aquí!”
Cuando un chico nos gusta tratamos de averiguar lo más que podemos sobre él: adónde juega al tenis, a qué gimnasio va o qué lugares frecuenta con sus amigos. Fingiendo un encuentro casual en el club, por ejemplo, le demostramos que compartimos los mismos gustos y se quedará pensando si se trata de una casualidad o si tenemos algún interés en particular…
“Pero si es mi amigo y nada más…”
¿Qué mujer no le ha dicho esto a su pareja alguna vez? Siempre tenemos ese compañero de trabajo o de estudio que juega a ser nuestro amigo, pero que tiene segundas intenciones y no se anima porque sabe que estamos comprometidas con otro. Es ese que nos hace reír con sus chistes, nos regala dulces y nos lleva a casa en su auto cuando llueve. No tiene chances, ¡pero nos encanta que nos corteje así como quien no quiere la cosa! Nos levanta la autoestima y nos hace sentir que aún cotizamos en alza en el mercado de las conquistas.
“Ningún un ex me saludó para mi cumpleaños”
Siempre hay alguna ex pareja o algún chico con el que tuvimos algo especial, y que desea mantener la puerta abierta, que nos saluda para nuestro cumpleaños. ¡Y es ese mensaje o esa llamada que tanto esperamos! Porque nos recuerda que aún somos atractivas e interesantes a los ojos de otro, ¡y nos sentimos divinas! Mientras sea sólo eso, no es necesario compartirlo con nuestra pareja. Todos necesitamos mantener cierta privacidad, siempre y cuando no se convierta en un espacio para ocultarle cosas al otro.
“No importa, a cualquiera le puede pasar”
¡¿Qué no importa?! Claro que importa!!! ¿Pero qué vamos a decir cuando estamos con un chico y pierde su erección? Es real, a cualquiera le puede pasar, ¿pero justo hoy? ¿Aquí? ¿Con este chico que tanto nos gusta? La buena noticia es que, si detrás de eso no hay ningún otro tipo de problema, probablemente estaba nervioso porque tú también le gustas. Hazle saber que deseas volver a verlo, ¡le devolverás su confianza!
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