Cosas que debes saber de los testículos

Remedio extremo

En la Edad Media se creía que el testículo derecho contenía esperma masculina y el izquierdo, femenina. Algunos hombres se cortaban el izquierdo porque querían tener sólo hijos varones.

¿Funciones?

Dos muy importantes: fabricar espermatozoides y ayudar a crear la testosterona. Dependiendo de los niveles de esta hormona, un hombre tendrá más o menos las características varoniles: vello facial, grandes músculos, cierto atractivo “animal” y una posible capacidad de ser violento.

La mano en las bolas

La palabra  testículo deriva del latín, y significa testigo. Por eso, en tiempos muy remotos, los hombres solían poner su mano sobre los testículos de otro, si éste hacía algún juramento, pues los testículos daban testimonio de su virilidad.

Y los romanos, cuando iban a testificar en la corte, se colocaban la mano derecha en sus testículos aludiendo a que con ellos se podía hacer todo. Curioso que a las mujeres y a los eunucos no se les dejara testificar, pues evidentemente no tenían.

Inmensa cantidad

Los testículos de un hombre sano promedio pueden producir hasta 200 millones de espermatozoides al día.

 Sin ellos se canta mejor

En la Europa del siglo XVI, a las mujeres no se les permitía cantar en los coros de las iglesias. Y para obtener los tonos agudos femeninos acudían a los niños. El problema era que con el crecimiento y la llegada de la testosterona, la voz comenzaba a perder el tono atiplado.

Para evitarlo, les cortaban los testículos a los chicos, y así su voz permanecería para siempre aguda.

¿Por qué cuelgan los testículos?

Para producir espermatozoides se necesitan dos grados menos que la que tiene el cuerpo.

Por eso están fuera, para lograr que la temperatura ideal sea más baja.

El efecto del frío

Si algunas vez tocas ligeramente la parte interna superior del muslo de un varón con las manos muy frías o con un objeto igualmente frío, verás  que se contraen los testículos.

Esta respuesta automática se denomina reflejo cremásterico y, claro, está diseñada para mantenerlos fuera de peligro en caso de alguna amenaza. Cuando “sienten” que ya no hay peligro, vuelven a su tamaño normal.

 ¿Qué hay por dentro?

En el interior del escroto están los verdaderos testículos, que son como unas grandes aceitunas. En la parte posterior de cada testículo está el epidídimo, que es un tubo enrollado encargado de recoger, almacenar, madurar y transportar la delicada carga de espermatozoides cuando ocurre una eyaculación.

¡Crecen!

Sí, pueden hasta doblar su tamaño durante el sexo, y endurecerse.

 ¿Por qué son tan delicados?

Los testículos no cuentan con la protección de músculos y huesos que tiene la mayoría de los órganos, por eso son tan vulnerables.

Un apretón prolongado puede hacer que literalmente te desmayes, o un golpe lo suficientemente fuerte puede volverte estéril.

 ¿Qué diferencia hay entre el pene y los testículos?

Aparte de la física, una muy importante: si bien el pene tiene innumerables terminaciones nerviosas, los testículos en cambio tienen más receptores de dolor, que además están unidos al estómago.

Por eso cuando un hombre recibe patadas en la ingle rodará por el piso indefenso, agarrándose los testículos y el estómago.

Con uno solo es suficiente

Un solo testículo sano puede producir suficientes espermatozoides para embarazar a una mujer, y suficiente testosterona también.

 Asimetría natural

Por lo general, los hombres tienen los testículos asimétricos, uno es más grande o cuelga más bajo. Como curiosidad, suele ser el izquierdo.