Curiosidades de Pokémon
Si conoces Pokémon, sabrás que fue y sigue siendo una gran fuente de entretenimiento para niños y adultos de todo el mundo y no sólo a través de consolas.
Por si tu también te lo preguntaste, la palabra Pokémon no significa nada en japonés. De hecho, se trata de una combinación de “pocket” y “monster”. Dos palabras en inglés que significan “bolsillo” y “monstruo”.
La idea de Pokémon surgió de la afición de los niños japoneses de coleccionar insectos. Aunque usan redes y otras herramientas en lugar de Pokéballs, el concepto “Hazte con todos” es perfectamente aplicable.
¿Te suena un Pokémon llamado Drifloon?
Su aspecto es sumamente adorable, pero sus intenciones no lo son tantos. Según la Pokédex, engaña a los niños con su apariencia de globo para que se agarren a él y, entonces, se los lleva volando.
¿Recuerdas a Drowzee? Por si alguna vez te preguntaste porque te sonaba tanto su aspecto, que no termina de ser el de un elefante, te diremos que está inspirado en un tapir. Al parecer, la tradición japonesa cuenta que los tapires se alimentan de pesadillas y sueños.
Una teoría curiosa: Dicen que Ditto, ese Pokémon capaz de imitar a cualquier otro, es una copia fallida de Mew. La que obtuvo buen resultado fue Mewtwo y Ditto es el “gemelo” menos afortunado.
Si lo piensas, Mew y Ditto cuentan con ataques similares, puedes hallarlos en la misma cueva y, de hecho, tienen unos colores parecidos.
Los personajes humanos y los pokémon devoran a otros pokémon, o dejan claro que les encantaría hacerlo. el ciclo de la vida de este mundo alternativo. Con unos seres tan adorables, todavía cuesta más asimilarlo.
Aquí llega un dato bastante desagradable. ¿Recuerdas la espiral del vientre del adorable Poliwag?
Cubone. Uno de los Pokémon más sorprendentes que recordamos, pero con una historia terrible. La calavera que cubre su cara es la de su propia madre, por eso pasa todas las noches llorando. ¿Lo peor? Cuando evoluciona a Marowak, se fusiona con ella para siempre.
Otra teoría apunta a que si los Pokémon (excepto Meowth) no saben hablar, entonces, ¿por qué deberían gritar su nombre en nuestro “idioma”? Se cree que fue, de hecho, el lenguaje humano el que copió los sonidos de estas criaturas y los convirtió en nombres.
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