Campo VS Ciudad
La vida del campo es muy diferente a la de una ciudad y en cada una encontramos ventajas y desventajas. No podemos decir que vivir en la ciudad es mejor que en el campo porque en ambas partes hay algo especial para disfrutar o para ayudar a mejorar.
Veamos las diferencias entre el campo y la ciudad:
En la ciudad, las edificaciones son muy altas, el terreno es escaso y muy costoso, así que tienen que
construir muchas viviendas en poco espacio. Hay edificios con muchas viviendas unas encima de otras. En el campo las viviendas suelen ser para una sola persona, como hay más terreno las casas se construyen unas junto a otras.
En la ciudad se tiene mucha más oferta de servicios de todo tipo , incluido los de ocio. En el campo los servicios son más limitados, y cuanto menos habitantes haya, menos servicios suele haber.
En las ciudades hay muchos beneficios que les llama mucho la atención a las personas que habitan en el campo, como las oportunidades de progresar profesionalmente El campo es un sector más disperso y sin muchas diferencias. Las áreas de trabajo se concentran a oficios como la pesca, el cultivo, la minería y la madera. En la ciudad hay muchísimos campos de trabajo y se pueden
desempeñar muchos oficios. La gente del campo piensa que la vida en la ciudad es muy buena y divertida y desean esa vida, sin embargo las personas de la ciudad envidian la vida del campo porque desean una vida tranquila, relajada, que puedan estar en contacto con la naturaleza.
Tanto la gente del campo como de la ciudad se tienen que levantar temprano al trabajo, los campesinos lo hacen para trabajar la tierra y los de la ciudad para trabajar en las fabricas, oficinas, industrias y ambos grupos lo hacen para mantener a sus familias.
La vida social en la ciudad es muy variada porque se cuenta con muchas opciones. Los jóvenes cuentan con núcleos de amigos que se reúnen para ir al cine, a bailar o hacer deporte. Los niños tienen posibilidades de compartir con los compañeros del colegio, ir al parque, al cine y jugar en sus casas. En el campo los niños juegan en el río, con los animales y con los pocos vecinos que tienen alrededor de su finca. Vivir en el campo es gozar de la naturaleza, el aire puro, los hermosos paisajes naturales, los animales y muchas maravillas más. Vivir en la ciudad, es disfrutar el modernismo, la moda, las grandes construcciones, los espectáculos de ocio muchas otras cosas. En el campo el tiempo corre más despacio y la vida es lenta y tranquila. En la ciudad todo es acelerado y el tiempo vuela, la gente solo tiene tiempo para trabajar, estudiar y dedicarse a sus labores. El fin de semana es para descansar y compartir con la familia. Las relaciones y amistades de los habitantes campesinos son buenas en general. Las personas se conocen lo suficiente para brindarse ayuda mutua, y confiar en ellos, mientras que en la ciudad es difícil y los círculos de amistades son cerrados. Es difícil hacer nuevas amistades porque no se puede confiar mucho en las personas que no se conocen bien.
Una desventaja de la vida en el campo es que los centros de asistencia médica son pequeños y cuando alguien se enferma de gravedad tiene que viajar a la ciudad. También se diferencia de la ciudad en que no tiene grandes supermercados, y los productos que comprar son más limitados, mientras que en la ciudad hay grandes supermercados en los que podemos comprar prácticamente cualquier producto. Las ciudades presentan grandes problemas sociales, mucha contaminación y hay superpoblación.
En resumen, tanto la vida del campo como de la ciudad poseen algo que atrae y algo que desanima. No es fácil decir que es lo mejor y qué es lo peor de cada lugar. También cuenta mucho la experiencia de vida de cada persona. Según como vivan, las facilidades, las oportunidades, que hayan tenido, así es la imagen que tienen del campo o de la ciudad. Si pensamos en la gente que nació en la ciudad y que tiene una estabilidad, ya se ha acostumbrado y seguro que le gusta y ama a su ciudad. Pero si pensamos en una familia campesina que ha llegado hace poco, pues la ciudad le va a ser muy desagradable y poco amigable, porque son extraños en un mundo desconocido para ellos.
De igual forma, aunque la vida del campo es linda, una persona que es de la ciudad, le costará mucho trabajo ajustarse a esa vida porque le va a hacer falta las comodidades de la ciudad, la facilidad de movilizarse, de encontrar diversión y de conseguir rápidamente todo lo que necesita.
Vivir en el campo o vivir en la ciudad, es maravilloso para cada cual. Por eso debemos aprender a convivir y respetar las costumbres de cada uno. Aprendamos a disfrutar del campo y sus maravillas y si podemos aportar algo para mejorar la vida de los campesinos, hay que hacerlo con ilusión.
De igual forma, apreciemos la ciudad, seamos agradecidos con todo lo que nos ofrece y cuidemos los parques, las calles que son nuestras.
Las ciudades reciben a todas las personas y les da todo. Por eso debemos ser solidarios y sobretodo sentir que pertenecemos a ella.
Tanto el campo como la ciudad pertenecen al mismo país, o sea que somos iguales. La diferencia está en las costumbres y estilos de vida de cada zona. Aprendamos del campesino, que tiene mucho que enseñarle a la gente de la ciudad. Y escuchemos a los ciudadanos que con su experiencia de vida, nos aporta conocimientos útiles y ejemplo de superación. Todos aprendemos de todos, y podemos formar una gran familia.
Veamos las diferencias entre el campo y la ciudad:
En la ciudad, las edificaciones son muy altas, el terreno es escaso y muy costoso, así que tienen que
construir muchas viviendas en poco espacio. Hay edificios con muchas viviendas unas encima de otras. En el campo las viviendas suelen ser para una sola persona, como hay más terreno las casas se construyen unas junto a otras.
En la ciudad se tiene mucha más oferta de servicios de todo tipo , incluido los de ocio. En el campo los servicios son más limitados, y cuanto menos habitantes haya, menos servicios suele haber.
En las ciudades hay muchos beneficios que les llama mucho la atención a las personas que habitan en el campo, como las oportunidades de progresar profesionalmente El campo es un sector más disperso y sin muchas diferencias. Las áreas de trabajo se concentran a oficios como la pesca, el cultivo, la minería y la madera. En la ciudad hay muchísimos campos de trabajo y se pueden
desempeñar muchos oficios. La gente del campo piensa que la vida en la ciudad es muy buena y divertida y desean esa vida, sin embargo las personas de la ciudad envidian la vida del campo porque desean una vida tranquila, relajada, que puedan estar en contacto con la naturaleza.
Tanto la gente del campo como de la ciudad se tienen que levantar temprano al trabajo, los campesinos lo hacen para trabajar la tierra y los de la ciudad para trabajar en las fabricas, oficinas, industrias y ambos grupos lo hacen para mantener a sus familias.
La vida social en la ciudad es muy variada porque se cuenta con muchas opciones. Los jóvenes cuentan con núcleos de amigos que se reúnen para ir al cine, a bailar o hacer deporte. Los niños tienen posibilidades de compartir con los compañeros del colegio, ir al parque, al cine y jugar en sus casas. En el campo los niños juegan en el río, con los animales y con los pocos vecinos que tienen alrededor de su finca. Vivir en el campo es gozar de la naturaleza, el aire puro, los hermosos paisajes naturales, los animales y muchas maravillas más. Vivir en la ciudad, es disfrutar el modernismo, la moda, las grandes construcciones, los espectáculos de ocio muchas otras cosas. En el campo el tiempo corre más despacio y la vida es lenta y tranquila. En la ciudad todo es acelerado y el tiempo vuela, la gente solo tiene tiempo para trabajar, estudiar y dedicarse a sus labores. El fin de semana es para descansar y compartir con la familia. Las relaciones y amistades de los habitantes campesinos son buenas en general. Las personas se conocen lo suficiente para brindarse ayuda mutua, y confiar en ellos, mientras que en la ciudad es difícil y los círculos de amistades son cerrados. Es difícil hacer nuevas amistades porque no se puede confiar mucho en las personas que no se conocen bien.
Una desventaja de la vida en el campo es que los centros de asistencia médica son pequeños y cuando alguien se enferma de gravedad tiene que viajar a la ciudad. También se diferencia de la ciudad en que no tiene grandes supermercados, y los productos que comprar son más limitados, mientras que en la ciudad hay grandes supermercados en los que podemos comprar prácticamente cualquier producto. Las ciudades presentan grandes problemas sociales, mucha contaminación y hay superpoblación.
En resumen, tanto la vida del campo como de la ciudad poseen algo que atrae y algo que desanima. No es fácil decir que es lo mejor y qué es lo peor de cada lugar. También cuenta mucho la experiencia de vida de cada persona. Según como vivan, las facilidades, las oportunidades, que hayan tenido, así es la imagen que tienen del campo o de la ciudad. Si pensamos en la gente que nació en la ciudad y que tiene una estabilidad, ya se ha acostumbrado y seguro que le gusta y ama a su ciudad. Pero si pensamos en una familia campesina que ha llegado hace poco, pues la ciudad le va a ser muy desagradable y poco amigable, porque son extraños en un mundo desconocido para ellos.
De igual forma, aunque la vida del campo es linda, una persona que es de la ciudad, le costará mucho trabajo ajustarse a esa vida porque le va a hacer falta las comodidades de la ciudad, la facilidad de movilizarse, de encontrar diversión y de conseguir rápidamente todo lo que necesita.
Vivir en el campo o vivir en la ciudad, es maravilloso para cada cual. Por eso debemos aprender a convivir y respetar las costumbres de cada uno. Aprendamos a disfrutar del campo y sus maravillas y si podemos aportar algo para mejorar la vida de los campesinos, hay que hacerlo con ilusión.
De igual forma, apreciemos la ciudad, seamos agradecidos con todo lo que nos ofrece y cuidemos los parques, las calles que son nuestras.
Las ciudades reciben a todas las personas y les da todo. Por eso debemos ser solidarios y sobretodo sentir que pertenecemos a ella.
Tanto el campo como la ciudad pertenecen al mismo país, o sea que somos iguales. La diferencia está en las costumbres y estilos de vida de cada zona. Aprendamos del campesino, que tiene mucho que enseñarle a la gente de la ciudad. Y escuchemos a los ciudadanos que con su experiencia de vida, nos aporta conocimientos útiles y ejemplo de superación. Todos aprendemos de todos, y podemos formar una gran familia.
Comentarios
Publicar un comentario